Decant Asad Elixir de Lattafa

Rango de precios: desde $2.990 hasta $9.990

IVA incluido

Asad Elixir de Lattafa Perfumes es un perfume perteneciente a la familia olfativa Oriental orientado para el público masculino. Asad Elixir de Lattafa Perfumes es una creación de Lattafa Perfumes lanzada en año 2025. Dentro de sus características principales tenemos;

LANZAMIENTO RECIENTE 

Similitud: Bottled Absolu de Hugo Boss
Notas de Salida: pimienta rosa, azafrán y toronja (pomelo)
Notas de Corazón: tabaco, vainilla y cedro
Notas de Fondo: Incienso, ámbar ligero, pachulí y cachemira
Concentración: Eau de parfum
Estilo: Sexy – Misterioso
Recomendación de uso: Invierno – Otoño. Dia 40% recomendado. Noche 100% recomendado.
Recomendación de edad: 20 años o más
Perfumista: Lattafa Perfumes

¿Qué dicen algunos reseñadores de Asad Elixir de Lattafa?

 

 

 

 

 

 

Asad Elixir: el pacto especiado de Lattafa

 

 

 

 

No es una fragancia que pida permiso. Asad Elixir se instala con la serenidad de quien domina la escena: primero insinúa, después marca territorio y, cuando crees haberlo entendido, deja un rastro que te acompaña como una decisión ya tomada.

Imagínalo en una calle estrecha al anochecer, cuando el frío empieza a morder y la ciudad se vuelve más nítida: un destello especiado, un amargor cítrico con filo, y debajo… una promesa oscura, cálida, insistente. Todavía no has entendido qué lleva, pero ya sabes lo esencial: te obliga a acercarte.

 

 

 

 

 

 

Según su ficha olfativa, Lattafa Asad Elixir se construye con una salida de pimienta rosa, azafrán y pomelo; un corazón de tabaco, vainilla y cedro; y un fondo de incienso, ámbar, pachulí y cashemira.

 

 

Pirámide olfativa y aportación de cada acorde (con fundamento técnico)

En perfumería, la estructura “salida–corazón–fondo” no es un capricho literario: se apoya en diferencias de volatilidad y persistencia de las materias aromáticas. De forma orientativa, las notas de salida suelen dominar los primeros minutos, el corazón sostiene el carácter durante horas, y el fondo aporta anclaje y estela prolongada.

 

 

 

Notas de salida: pimienta rosa, azafrán, pomelo

Función en fórmula: impacto inmediato, contraste y dirección.

  • Pomelo (acorde cítrico-amargo, brillante): buena parte del “chisporroteo” cítrico proviene de monoterpenos muy volátiles (como el limoneno), habituales en aceites esenciales cítricos y especialmente dominantes en peel oils. Esa ligereza explica por qué el arranque es tan llamativo y, a la vez, transitorio.
    Matiz clave: el pomelo no es “solo cítrico”: su identidad se asocia a moléculas como nootkatone, famosa por su potencia aromática y su rareza en extracción natural.

  • Pimienta rosa (picor limpio, vibración rosada): en términos de química aromática, los perfiles del “pink pepper” (Schinus spp.) suelen estar dominados por terpenos (p. ej., α-phellandrene, limonene, β-myrcene, etc.), responsables de esa sensación entre pimienta, piel cítrica y frescor resinoso.

  • Azafrán (cuero luminoso, hebra seca, dorado): el carácter del azafrán se vincula con compuestos volátiles como safranal, frecuentemente descrito como pieza clave del aroma del azafrán (ese efecto entre miel seca, heno, cuero suave). En una salida, actúa como “bisagra”: une el brillo con lo oscuro.

     

    Si te interesan los perfumes con arranque “afilado” y especia noble, pruébalo primero en decant: te permitirá medir en tu piel cuánto dura ese filo cítrico-azafranado y cómo vira en tu clima.

     

     

     

Notas de corazón: tabaco, vainilla, cedro

Función en fórmula: volumen, firma personal y textura.

  • Tabaco (hoja cálida, oscuro-aromático): el “tabaco” perfumístico rara vez es literal; suele construirse con absolutos y reconstrucciones donde importan notas ambaradas, melosas, especiadas y ligeramente secas. En perfumería industrial se estudian perfiles de materiales de tabaco por su riqueza de compuestos aromáticos y su capacidad de aportar cuerpo y sensación envolvente.

  • Vainilla (cremosidad y redondeo): el gran arquitecto aquí es la familia “vainillina”. En vanilla planifolia, vanillin es un componente clave y mayoritario del perfil aromático, asociado a ese dulzor cálido y reconocible. En corazón, su rol es doble: seducción (sensación confortable) y cohesión (suaviza aristas especiadas).

  • Cedro (estructura seca, lápiz, madera limpia): los aceites de cedarwood se describen por su perfil amaderado seco y por la presencia de moléculas como cedrol y cedrenos, que ayudan a “verticalizar” la fragancia: la hacen más seria, más recta, menos golosa.

Aquí es donde Asad Elixir deja de ser “golpe de efecto” y se vuelve traje: el tabaco aporta sombra humana, la vainilla añade magnetismo, y el cedro impone compostura.

 

 

 

Notas de fondo: incienso, ámbar, pachulí, cashmeran

Función en fórmula: fijación, estela y memoria.

  • Incienso (olíbano / Boswellia): el incienso aporta un humo limpio, resinoso, casi mineral. En estudios sobre Boswellia, se reportan monoterpenos como α-pinene entre constituyentes relevantes del aceite esencial, asociados a un perfil fresco-resinoso que, en perfumería, se percibe como elevación y solemnidad.

  • Ámbar (acorde cálido, resinoso-dulce): el “amber” suele ser un acorde (no una materia única): sensación de resina dulce, piel tibia y profundidad. En una base, su misión es dar “cola” y continuidad, haciendo que lo especiado y lo dulce no se rompan.

  • Pachulí (tierra elegante, sombra verde, madera húmeda): el pachulí destaca por componentes como patchoulol, citado como mayoritario en análisis de aceite de pachulí; esa densidad sesquiterpénica explica su papel como ancla terrosa-amaderada.

  • Cashmeran (madera-almizcle aterciopelada): aquí entra la perfumería moderna: el cashmeran se usa por su efecto amaderado-almizclado-ámbar, con textura “suave” y persistente, muy útil para dejar un rastro pulido en piel y ropa.

     

     

     

Cuándo usarlo: ocasiones, clima, estilo y aplicación

 

Estación/clima: brilla especialmente en otoño e invierno, y también en noches frescas de primavera. En clima muy cálido puede volverse más denso por el eje tabaco-vainilla-ámbar, así que conviene ajustar dosis.

Contextos ideales:

  • Noche urbana y social (cena, cóctel, teatro): el incienso y el cashmeran dan presencia sofisticada sin necesidad de gritar.

  • Afterwork elegante: funciona bien con abrigo, jersey de punto fino o blazer; la madera seca del cedro mantiene la compostura.

  • Cita nocturna: la vainilla, aquí, no es pastelera; es un brillo cálido bajo el tabaco.

Ropa/estética: cuero, lana, gabardina, prendas oscuras o neutras; estilismo sobrio. Este perfume “se lleva mejor” cuando tu presencia también tiene líneas claras.

Aplicación de coleccionista: 2–4 atomizaciones (cuello lateral + clavícula/pecho, o nuca + antebrazos). Si quieres una estela más íntima, baja a 1–2 y deja que el fondo haga el trabajo.

 

 

 

Cierre persuasivo (sin sobreexplicar): por qué crea urgencia

 

Asad Elixir no intenta caer bien; quiere dejar huella. Empieza con un destello especiado-cítrico que engancha, gira hacia un corazón cálido con tabaco y vainilla, y termina en un fondo resinoso-amaderado que se pega a la memoria como una frase que no logras olvidar.

Micro-CTA final: si te atrae esta estética de “noche controlada” y quieres entender su evolución real en tu piel, hazlo como lo hacen los que coleccionan en serio: pruébalo en decant, y compáralo con otras ambaradas especiadas en tu rotación.

 

 

 

Dato curioso (poco conocido, pero relevante)

 

La nota de pomelo se asocia a nootkatone, un compuesto tan valioso y escaso en obtención natural que se ha divulgado el dato de que harían falta centenares de toneladas de pomelos para obtener 1 kg; esa rareza ayuda a entender por qué, cuando un perfume clava un “pomelo real”, suele sentirse tan especial y punzante.

Si te parace interesante, pruébalo en decant en Coleccionando Aromas y deja que te cuente su historia en tu propia piel.

 

 

 

 

 

Pirámide Olfativa de Asad Elixir de Lattafa

 

 

 

 

 

 

 

 

Perfumista

Lattafa Perfumes

 

 

 

 

 

Lattafa: crónica de una casa emiratí y el nacimiento de Asad Elixir

La marca, en lo esencial (hechos verificables)

Lattafa es una casa de perfumería nacida en Emiratos Árabes Unidos que, según su propia comunicación corporativa, fue fundada en la década de 1980 por Sheikh Shahid Ahmad y Shoaib Iqbal, con la ambición de crear fragancias de nivel internacional ancladas en el imaginario árabe. 
Hoy se presenta como una marca con presencia en más de 120 países, respaldada por una estructura industrial y de distribución pensada para escalar lanzamientos y mantener consistencia de producción. 
En paralelo, medios regionales han descrito una etapa de crecimiento sostenido y expansión internacional, con liderazgo enfocado en marketing/ventas durante décadas y planes explícitos de ampliación de mercado.

Y hay un dato que, aunque parezca secundario, es trascendente para entender cómo se construye un perfume en una casa de este tamaño: Lattafa no vende solo “ideas aromáticas”; vende capacidad de repetición. Cuando una marca opera globalmente, el perfume deja de ser únicamente un gesto artístico y se convierte también en un sistema: control de lotes, estabilidad, suministro de materias primas, calendario de lanzamientos, y coherencia olfativa entre mercados.

Asad como punto de partida

Antes del “Elixir”, hubo un “Asad”. En la propia web oficial de Lattafa se indica que Asad fue lanzado en 2021
Ese dato es importante porque explica una lógica típica en casas con catálogo amplio: cuando una línea funciona, el siguiente movimiento natural es explorar variaciones (más densas, más nocturnas, más oscuras, más “premium”) sin perder el nombre que ya está en la conversación.

 

 

 

 

¿Cómo se concibió Asad Elixir?

Hay un momento, en cualquier casa que produce a escala real, en el que el perfume deja de ser una idea y se vuelve una decisión. No “¿qué olerá?”, sino “¿qué firma dejará?”.

La palabra Elixir no se elige por capricho: sugiere concentración, densidad, un pulso más grave. Y para lograrlo sin caer en lo obvio, la fórmula necesita una dramaturgia clara: entrada luminosa, corazón oscuro, fondo persistente.

 

 

 

1) La chispa inicial: abrir la puerta sin revelar el secreto

En la pirámide oficial de Asad Elixir, la salida declara pomelo, pimienta rosa y azafrán
En términos de construcción, esto es una maniobra elegante: el pomelo crea el destello (una luz fría, casi metálica), la pimienta rosa aporta vibración especiada sin volverse agresiva, y el azafrán introduce desde el primer minuto una sensación de lujo seco, ligeramente cuero-ámbar.

En el laboratorio, esa salida no se “huele”; se mide en su efecto. En tiras olfativas, en muñeca, en aire. Se busca que el primer impacto tenga presencia… pero también que deje espacio al acto central.

 

 

 

2) El corazón: el pacto con la sombra

El corazón oficial habla de tabaco, cuero y ládano.
Aquí aparece el gesto épico de la composición: el perfume toma postura. El tabaco no es “dulce” por defecto; puede ser mielado, seco, ceniciento, especiado. El cuero puede ser limpio o animal, brillante u oscuro. Y el ládano (resinoso, ambarado) actúa como una especie de sello que une el relato.

Esto es, en práctica, lo que diferencia un “perfume correcto” de un perfume con autoridad: el corazón no solo huele bien; sostiene una identidad.

 

 

 

3) El fondo: la arquitectura que no se cae

El fondo declarado: vainilla, pachulí, ámbar seco, olíbano y cashmeran
Si la salida abre y el corazón seduce, el fondo hace lo que las grandes fórmulas deben hacer: permanecer sin fatigarte.

  • La vainilla redondea aristas y aporta un calor “humano”.

  • El pachulí ofrece gravedad terrosa-amaderada y cohesiona el conjunto.

  • El olíbano (incienso) introduce el aire mineral/resinoso que hace que el perfume respire, incluso cuando se vuelve denso.

  • El cashmeran (madera-almizcle-ámbar) suele funcionar como un “tejido” moderno: une, difunde, alarga.

Si se piensa como epopeya: aquí no gana el héroe por fuerza bruta, sino por estrategia. El perfume se construye para dejar rastro sin volverse ruido.

 

 

 

 

El lanzamiento: por qué un “Elixir” existe (y por qué aparece cuando aparece)

Lattafa opera con vocación global y disponibilidad en decenas de mercados. En ese contexto, un flanker tipo Elixir no es solo una variación olfativa: es una respuesta comercial y cultural.

  • Respuesta comercial: una línea con nombre fuerte permite extender conversación sin empezar desde cero.

  • Respuesta cultural: el gusto contemporáneo ha abrazado perfiles más densos, resinosos, dulces-secos, y con “firma” en el aire (sin necesidad de gritar).

Por eso Asad Elixir se presenta con una pirámide que combina brillo (pomelo), lujo especiado (azafrán), corazón oscuro (tabaco/cuero) y un fondo de materiales pensados para persistencia (vainilla, incienso, cashmeran).

Si quieres entender de verdad por qué este “Elixir” divide el aire en dos —antes y después—, no lo haga en teoría: pruébelo en piel. Un decant no es un atajo económico; es la manera más rápida y precisa de conocer más perfumería en menos tiempo, con criterio.

Si me dice en qué clima lo vas a usar (invierno/templado/calor) y qué estilo buscas (elegante, nocturno, diario, firma personal), adapto esta crónica a un perfil de uso todavía más quirúrgico.

 

 

 

 

 

 

Para Perfumeadictos

 

Reviews

Sé el primero en valorar “Decant Asad Elixir de Lattafa”

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *