La Casa Guerlain comenzó hace casi dos siglos, en 1828, y su historia se entreteje con la de la propia perfumería. Pierre-François Pascal Guerlain abrió la primera tienda de Guerlain en la Rue de Rivoli en París ese año, vendiendo vinagres, jabones perfumados y productos cosméticos (incluido el líquido para los labios gloriosamente llamado "Bloom of Roses"). El primero de una legendaria dinastía de perfumistas, Pierre-François comenzó a crear fragancias personalizadas para los parisinos de alta sociedad, y para 1840 había abierto una "tienda insignia" en la glamorosa Rue de la Paix. ¿Su cliente más famoso? El emperador francés Napoleón III y su esposa la emperatriz Eugenia, para los cuales creó Eau de Cologne Impériale en 1853. Esta refrescante Colonia todavía puede ser apreciada hoy en día, y todavía está disponible en una botella dorada adornada con abejas: el emblema de Napoleón III El se ha convertido en el de Guerlain mismo. Hoy, unas 350 creaciones de perfumes más tarde, Guerlain sigue siendo una de las pocas casas de fragancias que controla sus ingredientes naturales "desde el campo hasta el frasco". La bergamota es cultivada especialmente por agricultores en Calabria, el vetiver en Tamil Nadu, las rosas en Bulgaria, así como azahar de naranjo y petitgrain. También dos jazmines, con facetas bastante diferentes entre ellos: el jazmín sambac y jazmín de Grasse. El lema perdura: "Nunca comprometer la calidad".