Decant L’Homme Sport de Lanvin
Rango de precios: desde $1.990 hasta $6.990
IVA incluido
L’Homme Sport de Lanvin es un perfume perteneciente a la familia olfativa Aromática orientado para el público masculino. L’Homme Sport es una creación de Lanvin lanzada en el año 2009. Dentro de sus características principales tenemos;
Notas de Salida: limón de Amalfi (lima de Amalfi), bergamota, pimienta y petit grain
Notas de Corazón: salvia y lavanda
Notas de Fondo: musgo de roble, hojas de pachulí de Indonesia y almizcle
Concentración: Eau de Toilette
Estilo: Masculino – Fresco – Limpio
Recomendación de uso: Verano – Primavera. Dia 100% recomendado. Noche 20% recomendado.
Perfumista:
¿Qué dicen algunos reseñadores de L'Homme Sport de Lanvin?
Descripción de L'Homme Sport de Lanvin
L’Homme Sport de Lanvin — frescura tensada sobre musgo
Una luz limpia, casi plateada, cae sobre tela blanca recién planchada. El aire cruje: cítrico, herbáceo, con un pulso especiado que ordena la mañana. Así se presenta L’Homme Sport de Lanvin, una aromática que estructura la frescura con disciplina y deja una pátina de bosque urbano en la piel.
La salida es un acorde cítrico–aromático tenso: limón de Amalfi y bergamota aportan filo luminoso, mientras el petitgrain introduce un amargor verde y la pimienta levanta el ritmo con un frescor especiado seco. No es solo brillo; hay textura. En el corazón, salvia y lavanda atemperan la temperatura: hierba fresca, efecto jabonoso elegante y una sensación de aire limpio que se asienta sin prisa. El fondo baja la voz hacia lo musgoso y terroso: musgo de roble y hoja de pachulí de Indonesia imprimen relieve húmedo-amaderado; el almizcle pule la superficie y deja una estela corta, nítida, de camisa impecable.
Para el coleccionista, cubre el hueco del aromático cítrico con carácter europeo: más herbal que acuático, más musgo que ambroxan. Funciona como “pieza de orden”: versátil, con firma limpia que dialoga en layering con vetiveres secos (para más filo) o con almizcles suaves (para un registro piel). Su mejor contexto: clima templado a cálido, luz diurna, sport-chic—polo, oxford, blazer ligero—y distancia de proyección corta-media que privilegia la cercanía.
Identitariamente, L’Homme Sport es autocuidado sin estridencia: distingue por equilibrio. Si tu colección aprecia los acordes que perfilar la frescura en capas—cítrico brillante, hierba templada, sedimento verde—vale escucharlo en primera persona: pruébalo en decant a través de Coleccionando Aromas y deja que su arquitectura se revele en tu piel.
Pirámide Olfativa de L'Homme Sport de Lanvin
Perfumista
Lanvin: herencia, símbolo y evolución
La historia de Lanvin comienza en 1889, cuando Jeanne Lanvin abre su boutique en París. Ocho años después nace su hija, Marguerite, musa absoluta de la casa. En 1907, madre e hija acuden a un baile de disfraces con atuendos a juego creados por Jeanne; aquella fotografía íntima se convierte en 1923 en el emblema de Lanvin: dos siluetas de túnicas largas —la niña coronada de flores—, un gesto de amor transformado en símbolo. Durante décadas, ese escudo, junto a la firma “Jeanne Lanvin”, sostuvo una idea de lujo sensible: artesanía, proporción y elegancia silenciosa.
Con el paso del tiempo, la maison amplió su universo —alta costura, prêt-à-porter, accesorios y perfumes— sin perder su hilo conductor: refinar sin estridencias. En 2001, la identidad visual se depura a un logotipo tipográfico sobrio, condensando su madurez contemporánea. Hoy, cada fragancia Lanvin sigue vistiendo la piel como Jeanne vestía a Marguerite: con ternura técnica y belleza que perdura.
L’Homme Sport de Lanvin — crónica de taller
En el laboratorio, L’Homme Sport se concibe como un “traje ligero” de alto rendimiento: estructura fougère, respiración aromática y acabado limpio. El primer boceto trabaja la energía citríca (limón de Amalfi y bergamota) atravesada por un trazo especiado de pimienta; el perfumista busca un impulso frío que recuerde la claridad de la mañana, pero con agarre. Para fijar ese impulso a la piel, se incorpora petit grain, que aporta un verdor tenso y un matiz leñoso que empieza a dibujar la silueta.
El segundo acto diseña el torso aromático: salvia y lavanda moduladas con un punto herbáceo, más seco que floral. Aquí el equipo trabaja la “ventilación” del acorde —que respire como tejido técnico—, ajustando la dosificación para que la lavanda no invada, sino que atempera la pimienta y ordena los cítricos. El resultado es un corazón de pulso nítido, varonil sin rigidez, que sugiere limpieza y control.
El secado afina la columna vertebral: musgo de roble, hojas de pachulí de Indonesia, almizcle y maderas. El musgo aporta relieve fougère; el pachulí, un grano terroso que ancla; el almizcle, una pátina suave que doma los ángulos. El equipo ajusta la relación musgo/almizcle para evitar densidad jabonosa y conservar una estela atlética: cercana, prolongada, discreta.
Pensado para clima templado a cálido, funciona con camisas claras, tejidos aireados y distancias cortas (oficina, after-work, fin de semana activo). En colección, L’Homme Sport ocupa el lugar del aromático funcional: versátil, pulcro, fácil de “layering” con vetiver liviano o un splash cítrico si se busca más brillo. Es, en clave Lanvin, la elegancia deportiva: un corte preciso que deja hablar a la piel.
Para Perfumeadictos
Marcelo –
Una creación y flanker de Morillas, herbal profunda, fresca, con pimienta. Poco conocida, más allá de la trillada y Aguada Acqua di Gió. Varonil y versátil.