Decant Passion for Men de Elizabeth Taylor

(1 valoración de cliente)

Rango de precios: desde $1.990 hasta $2.990

IVA incluido

Passion for Men de Elizabeth Taylor es un perfume perteneciente a la familia olfativa  Oriental Amaderada orientado para el público masculino. Passion for Men de Elizabeth Taylor es una creación propia de la marca lanzada en el año 1975. Dentro de sus características principales tenemos;

Notas de salida: lavanda, notas afrutadas, bergamota, naranja, gálbano, neroli y limón (lima ácida)
Notas de salida: canela, clavel, nuez moscada, sándalo, pachulí, abeto balsámico, cedro, jazmín y geranio
Notas de salida: vainilla, haba tonka, styrax, benjuí, musgo de roble, ámbar, almizcle y vetiver
Concentración: Eau de Toilette
Estilo: Masculino – Seductor – elegante – Nocturno
Recomendación de uso: Invierno – Otoño. Dia 50% recomendado. Noche 100% recomendado.
Perfumista: 

 

¿Qué dicen algunos reseñadores de Passion for Men de Elizabeth Taylor?

 

 

 

 

 

 

Descripción de Passion for Men de Elizabeth Taylor

 

 

 

Passion for Men de Elizabeth Taylor — oriental amaderada con sombra cálida y pulso especiado

 

Hay fragancias que no se presentan: aparecen. Sex Appeal entra como una sombra bien vestida en un pasillo con luz baja: no busca permiso, busca atención. En la primera nebulización no “cuenta” su historia; deja una pista —un destello verde, un amago especiado— y se retira medio paso, como si supiera que la curiosidad es el verdadero imán. En su estela hay algo inequívocamente setentero: ese lenguaje de seducción directa, casi cinematográfica, que hoy resulta audaz por lo poco que explica… y por lo mucho que sugiere.

 

 

 

 

La escena — una entrada misteriosa

Hay fragancias que no se presentan: se insinúan. Passion for Men entra como una luz ámbar detrás de una cortina pesada: primero te deja ver el borde —un destello cítrico, un verde afilado— y, cuando crees haberla descifrado, gira hacia una calidez especiada que parece hablar en voz baja. No es un perfume de confesiones inmediatas; es un perfume de segunda lectura, de acercarse un poco más para entender qué está prometiendo.

 

 

Pirámide olfativa explicada con fundamento (técnica + emoción)

En perfumería, la evolución salida–corazón–fondo no es un capricho poético: responde a la volatilidad de los compuestos. Las notas más ligeras aparecen antes y se evaporan con rapidez; las medias construyen el cuerpo; y las de fondo, más persistentes, actúan como base y fijación del conjunto.

 

 

Acto I — La salida (impacto inicial)

Lavanda, notas afrutadas, bergamota, naranja, gálbano, neroli y limón.
La apertura es un juego de contrastes: cítricos luminosos (bergamota, limón, naranja) que dan chispa y limpieza, el neroli aportando ese matiz floral-cítrico de elegancia clásica, y el gálbano añadiendo un filo verde-resinoso que vuelve el inicio más serio, más “adulto”. La lavanda, por su parte, pone orden: ese aire aromático que sugiere pulcritud, barba recién arreglada, camisa bien planchada. Aquí la salida funciona como un “enganche”: impacto rápido, definido, y diseñado para abrir la escena antes de que el perfume se recoja hacia su parte más íntima. Ese comportamiento —aparición rápida y desvanecimiento progresivo— es característico de las notas más volátiles.

Micro-CTA 1 (sutil): si te apetece entender este primer contraste (citrus limpio + verde oscuro) en tu propia piel, empieza por un decant y compáralo con otras orientales clásicas: educa el olfato más rápido que cualquier descripción.

 

Acto II — El corazón (el carácter)

Canela, clavel, nuez moscada, sándalo, pachulí, abeto balsámico, cedro, jazmín y geranio.
Cuando la salida baja el volumen, aparece la verdadera intención: un corazón especiado-aromático que calienta sin gritar. La canela y la nuez moscada introducen una calidez seca, casi aterciopelada; el clavel aporta ese matiz especiado-floral clásico (de eco “clavo”) que hace que el perfume huela a época sin oler a museo; el geranio añade verdor rosado y el jazmín suaviza con una luz floral discreta para que el corazón no sea solo especia.

En paralelo, las maderas y resinas del corazón (cedro, abeto balsámico, sándalo, pachulí) construyen una arquitectura: el cedro aporta verticalidad seca; el abeto balsámico añade una resina fresca, con sensación de bosque; el sándalo redondea con una cremosidad suave; y el pachulí oscurece la mezcla con una tierra elegante que anticipa el fondo. Este es el tramo donde la fragancia “se queda contigo” con más estabilidad: las notas medias, por definición, sostienen el carácter cuando las más ligeras ya han pasado.

 

 

Acto III — El fondo (la firma y el rastro)

Vainilla, haba tonka, estoraque (styrax), benjuí, musgo de roble, ámbar, almizcle y vetiver.
Aquí Passion for Men revela su firma: una base oriental-amaderada con resinas balsámicas (benjuí, estoraque) que aportan densidad, un ámbar cálido que envuelve, y una vainilla que no busca lo comestible, sino lo suntuoso. La haba tonka suma ese dulzor seco (entre heno, tabaco suave y almendra) que hace el fondo más seductor que dulce. El musgo de roble introduce sombra y textura —ese “terciopelo húmedo” que ancla el conjunto—, mientras el vetiver añade un trazo terroso y seco que evita que la base se vuelva pesada. En perfumería, este tipo de fondo suele actuar como soporte y fijación: cuando el corazón empieza a apagarse, el fondo mantiene la presencia y deja un rastro más persistente.

 

 

 

 

¿Cómo llevarlo — contexto, clima, ocasiones, ropa?

Passion for Men brilla especialmente en clima templado a fresco (otoño, invierno, noches de primavera), donde su base ámbar-resinosa se vuelve envolvente sin saturar. En interiores —cena, teatro, bar con iluminación cálida— tiene el espacio perfecto para desplegar su lado balsámico. Para oficina puede funcionar si se aplica con mano ligera: es un perfume con carácter clásico, mejor como firma personal que como niebla ambiental.

  • Ocasiones: noche, cita, evento formal, reuniones sociales con código más elegante.

  • Vestimenta: lana fina, abrigo, cuero discreto, camisa blanca con blazer, tonos oscuros (marino, gris carbón, burdeos).

  • Vibra: clásico con intención; seducción serena; presencia que no pide permiso.

  • Aplicación orientativa: 2–4 atomizaciones (pecho y laterales del cuello). Si vas a interior cerrado, menos es más: deja que la fragancia “respire” y evolucione.

     

     

     

Rendimiento percibido (objetivo y honesto)

En piel suele sentirse de proyección moderada (más de cercanía que de estela invasiva) y una longevidad media que depende mucho de piel, clima y reformulaciones propias de los años. La lógica estructural es clara: un fondo con resinas, maderas, musgos y almizcles tiende a sostener mejor el secado, mientras que la salida cítrica se percibe antes y se va antes.

 

 

 

El detalle poco contado — dato histórico con valor

Passion for Men nace en 1989 como contraparte masculina tras el éxito del Passion original, y la propia marca lo presenta como un “oriental” refinado y amaderado pensado para un hombre con espíritu aventurero. Ese contexto explica su lenguaje: una oriental ochentera tardía que mezcla salida fresca, corazón especiado y base balsámica para dejar una impresión duradera, más cercana al “perfume de presencia” que a la fragancia minimalista.

Si quieres avanzar más rápido en tu olfato —y no solo oler, sino aprender— pruébalo en decant y observa su evolución por horas: salida verde-cítrica, corazón especiado y fondo ámbar-resinoso.

“Si te llama, pruébalo en decant en Coleccionando Aromas y deja que te cuente su historia en tu propia piel”.

 

 

 

 

 

Pirámide Olfativa de Passion for Men de Elizabeth Taylor

 

 

 

 

 

 

Perfumista

 

Elizabeth Taylor Fragrances (glamour convertido en “accesorio”)

La línea Elizabeth Taylor Fragrances nace como una extensión coherente de su imagen pública: lujo, presencia escénica y una idea muy concreta de la perfumería como “pieza final” del estilismo. La propia casa remarca que Elizabeth concebía el perfume como un accesorio esencial y que, en 1987, dio el salto emprendedor con Passion, iniciando un catálogo que hoy se presenta como un “imperio” de fragancias con múltiples lanzamientos y una narrativa muy ligada a su vida y estética.

En esa etapa inicial, el perfume no se vendía solo por olor, sino por puesta en escena: la campaña y el packaging de Passion se construyeron con un imaginario cromático y teatral (el célebre “morado Passion”), con una comunicación muy deliberada sobre deseo y magnetismo. La prensa de la época recoge el enfoque de lujo explícito en el precio, la presentación y la campaña nacional.

A partir de ahí, la marca consolida su identidad: fragancias de aura clásica, orientación sensual y un fuerte componente de branding personal. En paralelo, la casa indica que Elizabeth “diseñó personalmente” su línea de perfumes trabajando con “master perfumers”, y que parte de los beneficios apoyan a The Elizabeth Taylor AIDS Foundation, manteniendo un eje filantrópico en el negocio.

 

 

 

 

¿Cómo se concibió Passion for Men (1989): el “contrapunto” masculino?

Según la web oficial, Passion for Men aparece en 1989 “tras el éxito de Passion” como su contraparte masculina, amaderada, definida además como una colonia “oriental refinada” y orientada a un hombre con espíritu aventurero. 
En términos de estrategia de marca, esto tiene sentido: cuando un primer lanzamiento crea un lenguaje reconocible, el “compañero masculino” no copia; traduce el ADN a otra silueta olfativa (más madera, más resina, más sombra).

 

 

 

 

¿Cómo “se hizo” el perfume: lo confirmado y la reconstrucción técnica

1) La decisión estructural: abrir “limpio” para poder cerrar “oscuro”

La pirámide publicada describe una salida de lavanda + cítricos + verde amargo:

  • Salida: lavanda, notas afrutadas, bergamota, naranja, gálbano, neroli y limón.

Esto sugiere una intención clara: un inicio luminoso y aromático (lavanda/neroli) con un filo verde (gálbano) que evita que el perfume se vuelva “dulce” demasiado pronto. En términos de taller, es una forma clásica de crear tensión: claridad al inicio, densidad al final.

2) El corazón: especias + maderas para dar “cuerpo” (y masculinidad de época)

  • Corazón: canela, clavel, nuez moscada, sándalo, pachulí, abeto balsámico, cedro, jazmín y geranio.

Aquí se construye el carácter: especias cálidas (canela, nuez moscada) y un eje amaderado (cedro/sándalo/pachulí) que sostiene la fragancia cuando la salida ya se ha ido. Es el tipo de corazón que, en la piel, suele sentirse como “traje”: estructura, textura y presencia.

3) El fondo: el sello oriental (resinas + vainilla/tonka + musgos + vetiver)

  • Fondo: vainilla, haba tonka, estoraque (styrax), benjuí, musgo de roble, ámbar, almizcle y vetiver.

Esta base explica por qué la marca lo define como “oriental refinado”: benjuí y estoraque aportan un perfil balsámico-resinoso y se usan con frecuencia como materiales de fondo/fijación en composiciones cálidas.
La tonka (asociada a la cumarina) refuerza un dulzor seco, ambarado, muy útil para redondear el acorde y darle continuidad.
El musgo de roble añade esa textura sombreada, “de terciopelo”, históricamente ligada a fondos con sensación clásica
Y el vetiver, al final, funciona como trazo seco-terroso que evita que el conjunto se vuelva empalagoso.

 

 

 

 

La historia del proceso: una recreación verosímil, basada en la estructura oficial

Imagina la reunión que define el rumbo: no buscan “un perfume nuevo”, buscan un hombre dentro del mismo universo que Passion. El encargo suena sencillo (“hazlo masculino”), pero en perfumería eso siempre significa decidir qué se deja fuera. La salida nace de un gesto de cortesía: lavanda, cítricos, neroli… el tipo de bienvenida que no intimida. Y, sin embargo, alguien añade gálbano: una sombra verde, casi cortante, para que el perfume no sonría demasiado pronto.

 

 

Cuando las primeras pruebas ya tienen esa puerta de entrada, aparece la pregunta correcta: “¿Cómo logramos que, al acercarse, la fragancia no sea transparente?”. Ahí entran canela y nuez moscada, clavel y geranio, cedro y sándalo: el perfume empieza a hablar en voz baja, con un calor controlado, como una conversación que se vuelve personal sin pedir permiso.

Y entonces llega el verdadero sello: no basta con que sea agradable; debe ser memorable. El fondo se decide como una firma: resinas (benjuí, estoraque), ámbar, tonka y vainilla, musgo, vetiver. Es el punto donde el perfume deja de ser “olor” y se convierte en rastro: algo que permanece en el abrigo, en una bufanda, en la distancia corta.

 

 

Passion for Men es, en esencia, una traducción inteligente del glamour de la casa a un registro masculino: entrada limpia, corazón especiado, fondo oriental y persistente. Si quieres entenderlo como se entiende de verdad un clásico —por evolución y piel— hazlo en decant: no para “ahorrar”, sino para conocer más rápido y entrenar criterio con comparación real (salida vs. secado, rastro en ropa, comportamiento en clima fresco).

 

 

 

 

Para Perfumeadictos

 

 

 

1 review for Decant Passion for Men de Elizabeth Taylor

  1. Marcelo

    Un perfume complejo (no quiero decir retador),multicapas para descubrir, muy aromático y con evolución. Pareciera ser unisex pero es varonil, ni fougere ni de barbería.

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