Decant Wings for Men de Giorgio Beverly Hills
Rango de precios: desde $1.990 hasta $4.990
IVA incluido
Wings for Men de Giorgio Beverly Hills es un perfume perteneciente a la familia olfativa Aromática Fougère orientado para el público masculino. Wings for Men de Giorgio Beverly Hills es una creación de Jean Claude Delville lanzada en el año 1994. Dentro de sus características principales tenemos;
Notas de Salida: lavanda, notas verdes, bergamota, neroli y limón (lima ácida)
Notas de Corazón: jazmín, geranio, lirio de los valles (muguete), esclarea y cilantro
Notas de Fondo: ámbar, haba tonka, almizcle, musgo de roble y cedro
Concentración: Eau de Toilette
Estilo: Masculino – Clásico – limpio
Recomendación de uso: Primavera – Verano. Dia 100% recomendado. Noche 20% recomendado.
Perfumista: Jean Claude Delville
¿Qué dicen algunos reseñadores de Wings for Men de Giorgio Beverly Hills?
Descripción de Wings for Men de Giorgio Beverly Hills
Wings for Men (Giorgio Beverly Hills): frescura en vuelo, fougère con pátina vintage
Luz oblicua sobre un hangar vacío; el aire trae un eco limpio, verde, como si la mañana acabara de estrenarse. Wings for Men despliega ese gesto: un fougère aromático que asciende sin estridencias y deja una estela pulcra, distinguida.
La salida es un acorde cítrico–aromático que perfila la estructura: bergamota y limón aportan brillo frío mientras la lavanda atempera, creando una veladura jabonosa con notas verdes y neroli. No es un estallido; es un despegue controlado, técnico, donde el frescor gana altura sin perder cuerpo. En el corazón, el fougère muestra su nervio clásico: el floral–herbal (jazmín, geranio, muguete, esclarea) tensa la trama con un punto especiado de cilantro; aquí la textura pasa de cristalina a satinada, de la luz a una sombra amable. El secado deposita un sedimento ambarado–amaderado: ámbar y tonka redondean la temperatura, el musgo de roble da relieve vintage, el almizcle pule el halo y el cedro fija la vertical.
Para el coleccionista, su valor está en el equilibrio de arquetipo y carácter: un fougère noventero nítido, con firma reconocible, que convive con nerolis, vetiveres y barbershop modernos sin solaparlos. Funciona como pieza “puente” para días profesionales o citas diurnas donde se busca distinción sobria más que volumen. Proyección contenida, estela limpia; rinde mejor con clima templado a cálido, camisa abierta o sastrería ligera.
(Jean-Claude Delville trabaja aquí el contraste entre brillo cítrico y mossy warmth: un fougère que respira como un vuelo largo, con ascenso, crucero y un aterrizaje suave en piel).
Si tu colección valora la arquitectura del detalle, probarlo en decant con Coleccionando Aromas es el gesto más honesto: dejar que hable en tu piel.
Pirámide Olfativa de Wings for Men de Giorgio Beverly Hills
Perfumista
Jean-Claude Delville: la mano que dibujó el vuelo
Hijo de la tradición francesa y formado en el rigor de laboratorio, Jean-Claude Delville aprendió temprano a pensar un perfume como arquitectura: levantar un armazón de luz, tensar un corazón vivo y aterrizar en un fondo con memoria. Le obsesionaba —dicen quienes trabajaron con él— el contraste entre limpieza y calidez: el brillo cítrico que ordena la materia, la lavanda que la humaniza, el musgo que le devuelve historia.
A comienzos de los 90, Giorgio Beverly Hills le pidió un fougère “con alas”: clásico en su columna vertebral, moderno en su pulido, capaz de dejar estela sin gritar. Delville partió por la cabina de mando: bergamota y limón afinados a milésima, neroli para aportar una chispa blanca y, sobre todo, una lavanda calibrada al punto exacto en que deja de ser jabón y se vuelve aire respirable. Ese es el despegue: limpio, verde, preciso.
El corazón lo resolvió como si cambiara de altitud: jazmín y geranio para dar volumen floral, muguete como luz que filtra, y una esclarea que aporta ese toque herbal ligeramente amargo que impide el azúcar fácil. Un giro de cilantro estira el acorde y le da pulso. Aquí Wings muestra su firma: un fougère que no se atasca en barbería; se proyecta hacia adelante.
Para el aterrizaje, Delville releyó la escuela: ámbar y haba tonka para redondear la temperatura, musgo de roble para la pátina vintage, almizcle como halo limpio y cedro para fijar la vertical. El resultado es un secado con sedimento ambarado-amaderado que conversa con la salida sin perder linealidad. Es noventero, sí, pero con una claridad de líneas que lo vuelve atemporal.
Eso fue siempre su sello: ordenar la luz y templar el calor. En Wings for Men (1994) lo logró con mano de ingeniero y oído de músico: ascenso cítrico-aromático, crucero floral-herbal, y una pista amaderada donde la estela cae suave y nítida. Una pieza pensada para coleccionistas que disfrutan el fougère cuando encuentra su punto exacto de tensión—y lo suelta, a tiempo.
Para Perfumeadictos
Marcelo –
Muchos lo consideran un clásico, conocido en la comunidad de los noventeros. Es un perfume intenso, cítrico-floral, casi jabonoso, punzante. Requiere pocos sprayazos.